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Los pacientes con EPOC son especialmente vulnerables a infecciones respiratorias graves, como gripe, covid o neumonía, que pueden desencadenar exacerbaciones severas, comprometer la calidad de vida y aumentar el riesgo de hospitalización e incluso de muerte, por lo que la vacunación se presenta como una herramienta crucial en la prevención y el manejo de esta patología.

Las guías clínicas y los expertos recomiendan la vacunación sistemática para los pacientes con EPOC, siendo las más importantes la vacuna antigripal, la vacuna antineumocócica, la vacuna contra la tos ferina, la vacuna contra el herpes zóster  la vacuna contra la covid y la vacuna contra el virus respiratorio sincitial (VRS).

Según datos recientes, la vacunación antigripal puede reducir hasta un 50% el riesgo de exacerbaciones graves, y la vacuna antineumocócica disminuye en un 30% el riesgo de hospitalización por neumonía. Además, los pacientes con EPOC vacunados contra la covid han mostrado una reducción significativa en la mortalidad y en la necesidad de ingreso en UCI.

Las hospitalizaciones por EPOC suponen aproximadamente el 10% de todas las hospitalizaciones en los servicios de medicina interna, y las infecciones respiratorias son uno de los principales desencadenantes de estas hospitalizaciones, siendo la neumonía una de las principales causas de estos ingresos. De hecho, según datos de La Sociedad Española de Medicina Interna, el 15% de los pacientes hospitalizados por neumonía presentan EPOC.

Evitar estas infecciones a través de la vacunación reduce no sólo la carga hospitalaria, sino también los costos asociados al tratamiento de exacerbaciones. Por lo tanto, la vacunación no sólo beneficia a los pacientes, sino que también representa una estrategia eficiente en términos de costos para el sistema de salud.

Vacunas recomendadas

  • La vacunación contra la gripe es especialmente fundamental. La inmunización anual reduce en un 50% el riesgo de complicaciones graves, dado que los pacientes con EPOC tienen entre 2 y 4 veces más probabilidades de sufrir complicaciones severas debido a esta dolencia.
  • La vacuna antineumocócica protege contra las infecciones bacterianas que pueden causar neumonía, siendo recomendado que los pacientes con EPOC se vacunen al menos una vez en la vida, con refuerzos cuando es necesario.
  • La vacuna contra la tos ferina, provocada por la bacteria Bordetella pertussis, es también esencial, ya que los pacientes con EPOC son más susceptibles a desarrollar complicaciones graves como neumonía. Dependiendo de la edad y las circunstancias de la infancia, no todos los adultos recibieron en su día esta vacuna, o la dosis de refuerzo, por lo que se recomienda comprobar si se está o no vacunado.
  • La vacuna contra el herpes zóster, aunque no es una infección respiratoria, es importante, ya que hay estudios que sugieren que los pacientes con EPOC tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones. La infección puede ser muy dolorosa y conllevar complicaciones graves como la neuralgia postherpética. La vacunación ha sido recientemente incluida por la guía GOLD como recomendación.
  • La vacuna contra el COVID-19 no sólo reduce la gravedad de la enfermedad, sino que también disminuye las probabilidades de hospitalización y muerte.
  • La vacuna contra el VRS es especialmente relevante para los pacientes con EPOC, ya que este virus puede causar infecciones respiratorias graves, especialmente en adultos mayores o personas con afecciones crónicas. Al igual que la gripe y la neumonía, el VRS puede desencadenar exacerbaciones en los pacientes con EPOC, lo que aumenta el riesgo de hospitalización y complicaciones respiratorias severas. En las guías de vacunación recientes, se está recomendando cada vez más la protección contra este virus, especialmente durante los meses de invierno.

Otras precauciones

Además de la vacunación, el abandono del hábito de fumar es una de las medidas más eficaces para mejorar la evolución de la EPOC. Fumar no sólo acelera el deterioro de la función pulmonar, sino que también aumenta el riesgo de neoplasias malignas y enfermedades cardiovasculares. Se recomienda que todos los pacientes con EPOC reciban apoyo y orientación para dejar de fumar y evitar la exposición a otros irritantes respiratorios, como el humo de segunda mano.

Otra medida importante es el mantenimiento de niveles adecuados de vitamina D, ya que se ha demostrado que la deficiencia de esta vitamina puede aumentar la tasa de exacerbaciones moderadas y graves. Por eso, es recomendable revisar los niveles de vitamina D en pacientes hospitalizados y administrar suplementos si los niveles son bajos.

Durante los meses de invierno, las medidas de protección como el uso de mascarillas, el distanciamiento social y el lavado frecuente de manos también pueden ser útiles. Estas prácticas, combinadas con el tratamiento médico adecuado y la vacunación, ofrecen una protección integral contra las infecciones respiratorias.

Bajo índice de vacunación

A pesar de las claras recomendaciones y beneficios, la tasa de vacunación entre los pacientes con EPOC sigue siendo  baja. Sólo un 43% de los pacientes con EPOC mayores de 65 años se vacuna contra la gripe en España, una cifra que está muy por debajo de lo recomendado por las guías internacionales, que convierte en crucial la realización de campañas de concienciación para fomentar la vacunación de este grupo de población.

EPOC España recomienda a todos los pacientes con EPOC y a sus familiares que consulten con su médico para elaborar un plan de vacunación personalizado y hagan seguimiento del calendario vacunal de su Comunidad Autónoma. La vacunación no sólo salva vidas, sino que también mejora la calidad de vida de los pacientes con EPOC. Involucrarse en la propia salud, informarse y actuar son los primeros pasos para mantenerse protegido.

Referencias